Tras quedarme claro el domingo en la salida con el gran Mike que los dos kilos de alfajores, dulce de leche y tarta de queso con helado acoplados a las mollas no ayudan al pedaleo, hoy me he propuesto una ruta no muy exigente, rodadora, para ir con cadencias altas, pulso controlado y sin preocuparme de la media. Lo que lo ha complicado ha sido el viento, que soplaba de noroeste. Según los noruegos, a 8 m/s; según el de diario de Navarra, flojo o moderado; según mi propia impresión, fuerte de cojones. He ido a Sos, subo el puerto por la carretera vieja de Uncastillo y de ahí al pueblo, todo de culo, me las veía que las iba a pasar oscuras. Hacia Sádaba me daba de costado derecho pero favorable, aunque racheado e incómodo. Y hacia Carcastillo ha sido la de dios. De frente, a rachas, fuerte, más fuerte, peor. Con plato de 34 y muchos dientes detrás he ido lamiendo el manillar por Figarol hasta Cáseda, a la vertiginosa velocidad de 20-22 kms/h y con más miedo que alma cuando me pasaba un camión cerca (gracias, Lechero, por convencerme y no venderme las ruedas de perfil).
He llegado a casa con la cabeza carcomida, el pulso perdido, una debilidad brutal y 3h.45’, para 97 kms., a 25.8 km/h, 131/158, cad 90 y +1105m. Pero tras ducharme ya estaba más contento, se trata de volver a sumar y hoy, de estar a punto de no salir he pasado a hacer casi cuatro horas. A pesar del airuz…
Alberto
Maillot de la selección argentina con el que Curuchet va a ganar el oro en los panamericanos...
Tranki ya te pondrás a tono.
ResponderEliminarEl domingo primer entrenamiento de calidad tras la vacaciones transoceánicas...
MIke.