FIN DE SEMANA SIBERIANO.

Preparándome para salir a la intemperie...
¿Hay pereza?, si!!!

¿¿Porqué los temporales de frío, nieve y viento polar les gusta venir los fines de semana??. Pues no sé la respuesta pero suele coincidir bastantes veces...
Bueno, lo importante es que tengo bicicleta para entrenar porque el fin de semana que viene me abandonó.
Así que, tras una semana en la que he trabajado muy agusto, estaba deseando, como cada semana, que llegara el fin de semana para andar con la grupetta y el jefe.
No contaba con que el frío siberiano también venía en el pack...





Como digo, tras una semana de verdaderas ecuaciones para compaginar todas mis tareas y las de mi mujer, llega el viernes sin haber podido entrenar mucho. Ya llegarán tiempos mejores...
Este fin de semana había un carrerica en Ribaforada de BTT, pero no tengo el cuerpo para "gaitas" y menos, para ponerme a 180 ppm así de par de mañana.
Por ello decido seguir con mi puesta a punto invernal.
El viernes, de nuevo, todo se tuerce, debido al tiempo, y la salida se convierte en 1h15min de rodillo. Aburrido como un mono en un garaje y acusando una bajada de azúcar bestial, es lo que tiene haber comido poco, me arrastro hasta la cocina y pongo un poco de glucosa en mi vida para que mi cerebro pueda seguir trabajando un poco.

Las solitarias carreteras del las 5 siberianas villas...

El sábado, amanecía con bastante buena pinta para la bici. Se me pasa la hora y una hora más tarde decido salir para hacer un poco de fondo. Cáen 100 kms en 4 horas con 3 puertos pequeños. Esto sí. El aire libre es otra cosa. No me encuentro mal. Parto hacia Aibar, parece que no, pero pega aire en contra y el día no es tan bueno como parece. Corono Aibar y desciendo por Liédena con la idea de avanzar por la antigua N-240 hasta el cruce de Ruesta aprovechando el cierzo reinante. Me desvío dirección Ruesta y Sos del Rey católico, y voy ascendiendo poco a poco. Tranquilito y con pedaleo ágil asciendo Cuatro Caminos por esta cara. Nunca antes había subido en esta dirección, y sus 7 kms se hacen largos.
Desciendo, el cierzo se va haciendo más y más fuerte. Paso Urriés y Navardún. Camino de Sangüesa, el cielo, azul hasta el momento, se torna negro y empieza a avanzar de la Vizcaya hacia mi, muy rápido. Creo que me voy a mojar, y mucho!!.
A la altura del canal de las Bardenas, empieza el temporal y me pongo de agua fino.
Lo mejor para el ciclista, agua nieve con frío polar en contra, bien!!!!. Riñón abajo y para Sangüesa.
Al llegar, la vuelta de agua nive ha pasado y decido estirar hasta Liédena para hacer 100 kms.
Llego a casa helado pero contento. No soy el del año pasado pero bueno...

Mucha velocidad, pocas pulsaciones, cadencia, ...
vamos hacia abajo no??

Hoy domingo, misma canción, se me pasa la hora. Es lo que tiene cenar con tus amigos y acostarte tarde. Me consuela que al jefe le ha ocurrido lo mismo y ha estado fundiendo el rodillo. Creo que en Gabarderal no pagan luz ya. La sacan del rodillo-dinamo de la casa de Alberto...
Como decía, tras una mañana dominical huracanada iba a hacer rodillo, pero he vencido la pereza y aún he engañado a Alfonso para hacer 60 kms recuperadores y maravillosos por las cinco siberianas villas.
A modo de resumen, otra semana a medio gas, pero aprovechando hasta el último minuto que se me concede. Esta semana que nos viene, dicen que va a ser heladora. Nos helaremos pues...