La imagen desde el rodillo... al otro lado del cristal |
El gran Mike me contaba cómo en un reportaje sobre la vida en Finlandia vio pasar de repente a un tipo en bici por la ciudad a casi treinta bajo cero, nevando, tan normal. Aunque normal, normal, no es. Por eso no hay muchos ciclistas escandinavos, y los que son buenos, Thor y compañía, se van a vivir a Girona, o a Alicante, o a Tenerife, donde, sugestivas teorías de ciclismo2005 aparte, lo que hace es calorcito y sol. Porque si no, la bici donde mejor está es en el garaje. O en el rodillo.
Hace al menos quince días que no piso la carretera. No quiere decir que no esté entrenando, al contrario. Me he recuperado casi por completo de los problemas musculares de principios de año, y aunque sin forzar todavía con dobles sesiones consecutivas, y sin mezclar aún bici y correr, empiezo a ser optimista y positivo.
Mike, la caravana está esperando la temporada de carreritas |
Hasta este invierno tenía el rodillo en el garaje. Me subía, me ponía música, y miraba la matrícula de mi coche durante una hora como mucho. Me bajaba sudado, mareado, y deseando no volver a subir a la Massi de hace veinte años que tengo de segunda bici, con su platorro de 53 y sus ocho coronas (con la que hice la Perico de hace dos años, con un par). Por no hablar de la ruidera que despertaba a mi mujer y mi hija en el piso de arriba, al vecino de al lado y al perro del vecino de tres casas a la derecha. Pero eso se acabó. Ahora tengo una habitación gimnasio, con el rodillo, con la cinta de correr, con la primera bici estática que me compré para colgar toallas en el baño, con una máquina de remo de cuando fui remero en el Arga (brevemente) y con un juego de pesas que no sé ni cuánto pesan ni las he levantado en años. Y una tele. Con el plús.
Justo a la hora de salida de la grupeta. Mecachis!! |
Esto es otra cosa. Que llueva. Que nieve. Que sople una ciercera de quince días como la que llevamos aguantando quince días. Pongo una peli, y un día cinta, otro día rodillo. A la hora que quiero, hasta la hora que quiero. No es deporte al aire libre, que es lo que me gusta, pero chico, está muy bien. Y como además, gracias al mago del restañador don Miguel Gil, el potenciómetro del rodillo está arreglado, pues creo que estoy haciendo un entrenamiento preparatorio bastante bueno antes de pisar otra vez el asfalto para la fase más específica. No sé en qué me voy a fijar cuando no tenga una tele delante, porque la verdad es que si te enganchas a una buena película el tiempo pasa volando y no te acuerdas de que estás en la bici. A veces, como hoy, el esfuerzo prolongado te deja muy sensiblero. Cuando Hugh Grant besa a la chica, y el resto de personajes de la comedia romántica inglesa se empareja simpática y felizmente entre sí a ritmo de moderno villancico, se me han escapado un par de lagrimillas. Si esto me pasa en pleno triatlón de Getxo, se va a malinterpretar.
No se puede salir del pueblo. Suerte que sobró algo de la cena de ayer!! |
Me he bajado después de dos horas y cuarto, con 229w y 142 ppm de media. Nos vamos a caminar por la nieve.
Alberto 4C
La auto caravana, ya arrancará? Jeje
ResponderEliminarDeseando estoy...
La verdad es que tu minigym es una pasada...
jejeje...me alegro que estés mejorado.
ResponderEliminarCuñado venite para acá, en Buenos Aires mínima 32ª, humedad 99,99999%. Respiras y te sale agua. Tenes que salir a correr 5 de la mañana o a las 12 de la noche.
ResponderEliminarLas pizzas sanas esas de cena light ayudan?? Jejeje. Me alegro de tu recuperación!!!
ResponderEliminarSaludos, Txontxo