EL RINCÓN DE MIKE Y ALBERTO

No es difícil que dos amigos tengan aficiones comunes, en parte de ahí puede venir la amistad. Pero sí es más complicado que la afición común les envenene a los dos de la misma forma y con la misma intensidad. Eso es lo que nos pasó a nosotros con la bicicleta. Empezamos juntos, fuimos aprendiendo, mejoramos, nos planteamos nuevos retos, y llegó un momento que uno decía :“pues podíamos este domingo ir a…” y el otro decía “pues no faltaba más”, y nos íbamos a hacer la vuelta de las Abaurreas. Y volvíamos de dar una vuelta con el club y uno decía: “pues podíamos alargar un poco” y el otro decía “pues no faltaba más”, y caían otro par de horas y llegábamos de noche a casa.
Salimos con la Btt, últimamente salimos mucho con la de carretera, y espérate que no terminemos saliendo en tándem, o haciendo duatlones, o vete tú a saber. Éste año estamos preparando varias cosas, algunas juntos, otras no, y en este rinconcito queremos contaros los momentos buenos, los menos buenos, las chorradicas, la épica de la bici, las globeradas y lo que se nos pase por la cabeza y se pueda contar. Va por ustedes!!

domingo, 15 de mayo de 2011

¿Dónde están las grullas?

PERO DÓNDE ESTABAN LAS GRULLAS??

Después de casi un mes (desde el fin de semana de Monlora y Degollaos) sin hacer ninguna marcha, me voy el viernes con la furgo a Daroca para hacer el sábado 14 la Marcha Cicloturista Las Grullas, organizada por el club Iberia de Zaragoza. Me habían hablado bien de ella, y me la quería tomar como un entreno submáximo para ver cómo voy preparando la gran cita del 18J.
 He pasado por Daroca mil veces pero no conozco el pueblo, así que tras recoger el dorsal y la bolsa de regalos (camiseta, pin, bote y medio kilo de espaguetis) tengo que buscar un sitio tranquilo para dormir. Vaya, parece que al lado del cuartel de la Guardia Civil hay una urbanización con parking tranquila. Allá que voy. A las diez y media, menos mal que todavía no estaba en pelotas en el saco, tocan la puerta, somos la Guardia Civil, abro y veo a dos guardias con dos perracos… no, miento, eran dos caniches, los estaban sacando a pasear, aquí no se puede acampar, esta urbanización es privada para funcionarios. Les pongo buena cara, les enseño la bici, el dni y el dorsal de la marcha, dejo que los perros se me suban un poco al pantalón y uno me huela las bolas y ellos dejan que me quede y me desean suerte para la prueba. Empieza a llover que no veas.
Por la mañana salgo de la furgo a ver el tiempo. Lo primero que piso es un truño de caniche tamaño pingüino, seguro que buena suerte para el resto del día. Despejado y sin casi aire de momento. De corto. Cuando vengo sólo a estas cosas, y en homenaje al gran Mike, al que echo de menos y al que doy envidia a morir, me pongo el equipo del Hostal Latorre. Manguitos y chaleco impermeable por si acaso y a la salida. Se sale a las ocho y media desde la puerta Baja de la muralla, en una zona adoquinada que nos llevará dando botes doscientos metros hasta la carretera de salida. La llegada será igual, como haya esprint las hostias pueden ser de órdago. Mientras esperamos animados por un speaker plasta y pesado como pocos una amable paloma me caga en todo el culotte. Como se me esté acumulando la buena suerte, hoy me dan trofeo fijo!
Calculo mal cuánta gente aparece en estos eventos, unos cuatrocientos o así? Salgo delante, entre los cien primeros, y empezamos a subir el puerto de Santed, once kilómetros tendidos pero que pican que no veas, se va a mil. Aguanto como un titán… hasta el kilómetro seis, las 183 pulsaciones que llevo desde hace rato me aconsejan parar un poco y no cebarme. Arriba se llanea un poco, veo que hay un grupo en cabeza de unos diez o quince que adiós muy buenas, un segundo grupo parecido al que tengo a tiro y un tercero al que tengo por detrás a un par de minutos. Estoy en tierra de nadie para variar, trato de enganchar con el segundo grupo pero veo que va a ser calentón así que me dejo coger por el tercero y ya conectaremos.

Bajada fuerte hasta Acered y empieza la subida a Cubel, otros diez o doce kilómetros. El grupo corre, pero les cuesta pasar al relevo, así que empiezo a tirar porque sino los de delante se fueron, que son muchos. Conozco maillots de verlos en la Monlora, uno de Calatayud que subió con nosotros Santa Eulalia y varios del Utebo, me cuentan que la subida es dura, sobre todo al final. Mejor, sigo poniendo ritmillo, pero no para soltar a nadie, sino para ir cómodo y no dormirnos, pulso arriba como tiene que ser. Tras coronar, bajada botosa hasta Nuévalos, carreteras estrechas y reviradas con mal firme, pero estoy sorprendido, voy bajando bastante regulero, en cabeza del grupo, esto va a ser por haber seguido las trazadas maestras de Mike estos meses de invierno, no llegaré a ser bajador pero por lo menos no voy rezándole a santa Rita en cada curva.
Empezamos a subir de nuevo hacia el Monasterio de Piedra y Torralba de los Frailes, a buena marcha de nuevo y sigo delante. El de Calatayud se suma a relevos unos kilómetros, y en plena ascensión pillamos por fin a parte del segundo grupo que iba por delante, ahora somos unos treinta y cinco en el grupo. El monasterio de Piedra ni lo veo, porque empieza la bajada y porque queda en un agujero a nuestra derecha. Después de pillar al grupo delantero el ritmo baja un poquillo, Calatayud se va para atrás, y esto no puede ser, para ir de paseo cien kilómetros que quedan no vengo hasta Daroca, así que me pongo delante y a tirar, me la pela que no me releven y que luego esprinte todo dios al llegar, si yo voy más cómodo delante. No sé ir bien en grupo, me tenso con la rueda del anterior, con el manillar del de al lado, con la cuneta, con el pedo que se tira el de delante,… si estoy bien, prefiero ir delante controlando. Y hoy tengo patas que no veas, además voy comiendo y bebiendo, no hace mucho calor pero ya llevamos rato y el desgaste es grande. Casi llegando a Torralba se me acerca uno y me dice, Latorre, te has equivocado de grupo, tú tenías que estar delante, nos estás matando, miro para atrás y veo a todo el mundo enfilao. Media sonrisa entre los dos, me da un relevo y seguimos.
Nos esperan cincuenta kilómetros llanos alrededor de la Laguna de Gallocanta y un puertecillo de llegada, la cara de Santed que hemos bajado al principio. El terreno pica un poco para abajo, pero aparece el viento, cierzo de morro en gran parte de lo que nos queda. Sigo delante, ahora tiro con uno de Cortes y un Renault de Zaragoza. Pillamos a otros cuatro del primer grupo que se meten en el nuestro. El esfuerzo es generoso, no metemos cuneta ni hostias cuando viene el viento de costado. No me importa que me chupen rueda ni que se quiten el aire, yo voy bien y esto no es ninguna carrera. Un Utebo me lo dice, tío vaya paliza que te estás dando, ole tus cojones, pues sí, es lo que hay. El pulso sigue a ritmo bueno, sin altibajos, lo puedo mantener en estas rectas a base de no relajar ni un momento.
Tenemos otros cuatro delante descolgados de la cabeza. Un Barbastro (que un rato antes para medio relevo que ha dado casi me tira a la cuneta) salta del grupo y va a por ellos. Estamos empezando el último puerto, vamos a plato, viento de cara, intento ir a por él pero va fuerte, engancha y nos quedamos a cien metros de ellos cuando coronamos, ya no cogeremos, la bajada es rápida. He hecho lo que venía a hacer, me relajo y la bajada la hago a cola de grupo, que ahora, como me dice el de Cortes, todo el mundo corre.
Pero no, a falta de seis kilómetros para Daroca el grupo se para en plena bajada. Los primeros buscan hacia atrás y uno dice Latorre, pasa que vas a entrar el primero. Que no, que no, que me da igual, que pases, cojones, que sólo faltaba con la paliza que te has pegado. Ni lo había visto nunca, ni me lo habían contado, más bien al contrario, había vivido en mis carnes cómo después de tirar de un grupo muchos kilómetros te pasan en la meta como galgos los que no te habían dado ni medio relevo. Así que doy las gracias a todos con la piel de gallina y me pongo al frente de los treinta y cinco, pero le pido al de Cortes que entre conmigo, que también ha tirado como una máquina.
Reconciliados con el cicloturismo y su espíritu, entramos en Daroca, y con la emoción nos saltamos unas flechas que marcan a la izquierda, joder, nos hemos equivocado, vamos a meta en la dirección contraria pero, salvo que casi atropellamos al de los chips, no pasa nada, el de Cortes y yo entramos de la mano dando tiempo al grupo. Mientras me tomo una coca cola y estiro un poco hay gente que me felicita y me da las gracias por haberles llevado en volandas, la verdad me da un poco de vergüenza hasta contarlo, porque no he hecho nada especial ni diferente a lo que hago con Mike en cada salida, que es vaciarme hasta donde dé, pero me voy más contento que un ocho.
En resumen, marcha interesante por paisajes muy chulos, dura sin llegar a ser de locos, larga pero rápida, queda apuntada para próximas temporadas. En el Polar me salen 169 kms., con 2000 m. justos de desnivel, 5 h. 5’, 33.2 km/h de media, 164/183 y cadencia media 88 ppm, sólo he bajado de 140 pulsaciones durante tres minutos, así que mi objetivo, que era mantener intensidades submáximas y trabajar el umbral anaeróbico está conseguido. Ni sé cómo he quedado ni me importa mucho, la verdad, pero creo que estaré entre los cincuenta primeros o así.
No puedo quedarme a comer, monto todo en la furgo y marcho sin duchar siquiera para casa, tengo celebración de cumpleaños de mi hija a las seis y voy justo. Saludo a la Guardia Civil mientras salgo del recinto comiéndome un sándwich de jamón y queso y digo adiós a todos los que veo colgando bicis en coches y demás. El embrague no lo voy a tocar mucho, porque creo que se me van a subir los cuádriceps, los isquios, los gemelos y el elevador de las pestañas.
Por cierto, no ví ni media grulla, sigo sin saber cómo son. La semana que viene, el Soplao…

4 comentarios:

  1. Efectivamente, la envidia me corroe, pero veo que has dejado al equipo Latorre bien alto...
    Enhorabuena!!

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  2. Saludos ALBERTO
    Ya veo que la has gozado como un pulpo con los maños.

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  3. Hola Alberto,
    Soy uno que iba en tu grupo en la marcha (el CCACTUR, Angel Blesa), tiré lo que pude (mas bien aguanté lo que pude) pero realmente fue increible tu forma de tirar y colaborar. Es un placer correr con gente así. En la próxima espero estar a tu nivel y ayudarte más :), un abrazo!

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  4. Ablesa!!! este se pone a tirar y solo lo para la hipoglucemia...
    Yo lo padezco en cada entreno...
    Gracias por visitar el blog!!!

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