EL RINCÓN DE MIKE Y ALBERTO

No es difícil que dos amigos tengan aficiones comunes, en parte de ahí puede venir la amistad. Pero sí es más complicado que la afición común les envenene a los dos de la misma forma y con la misma intensidad. Eso es lo que nos pasó a nosotros con la bicicleta. Empezamos juntos, fuimos aprendiendo, mejoramos, nos planteamos nuevos retos, y llegó un momento que uno decía :“pues podíamos este domingo ir a…” y el otro decía “pues no faltaba más”, y nos íbamos a hacer la vuelta de las Abaurreas. Y volvíamos de dar una vuelta con el club y uno decía: “pues podíamos alargar un poco” y el otro decía “pues no faltaba más”, y caían otro par de horas y llegábamos de noche a casa.
Salimos con la Btt, últimamente salimos mucho con la de carretera, y espérate que no terminemos saliendo en tándem, o haciendo duatlones, o vete tú a saber. Éste año estamos preparando varias cosas, algunas juntos, otras no, y en este rinconcito queremos contaros los momentos buenos, los menos buenos, las chorradicas, la épica de la bici, las globeradas y lo que se nos pase por la cabeza y se pueda contar. Va por ustedes!!

sábado, 1 de octubre de 2011

SE ACABO LA TEMPORADA

Nuestra temporada se acaba y el agua del pantano de Yesa,
detrás nuestra, también...
Poniendo un poco de lucidez por mi parte, aunque con mucha pena, he visto que ir este fin de semana a participar en la Marcha Ciudad de Elche era una paliza de las de primera división. Viaje el sábado, salida y viaje el domingo, sólo y después de cinco horas de bici. Así que me he encontrado con que la temporada de marchas de carretera se ha terminado para los integrantes del dúo corcho pan.




Aún nos queda la Euskadi Extrem, pero ésa es otra historia. Es una travesía de dos días entre Labastida, en Álava, y Bilbao, con escala en Orduña, con la btt. Pero nos lo tomamos como lo que es, un par de días de aventura en bici en los que ir a ritmo suave, sacar muchas fotos y disfrutar del paisaje.
Vamos Alberto!!!, cuando se van las piedras, te pones loco...

Así que es hora de hacer balance de la temporada, la primera como tal de marchas de carretera. Estamos contentos, lo primero porque hemos terminado todas las pruebas donde hemos participado, y enteros, cosa que para dos pringadillos recién llegados como nosotros no es lo de menos. Y lo segundo porque hemos sido bastante regulares en tiempos, medias y clasificaciones desde abril hasta septiembre, y eso quiere decir que hemos sido constantes en nuestra preparación durante todo el año. Con bajoncillos puntuales, con algo de cansancio en algunos momentos, pero motivados y con ganas de seguir saliendo con la bici.

Degollaos, Monlora, Grullas, Soplao, Iñigo Cuesta, Donosti-Bayona, Irati, QH, Indurain, Perico Delgado y Larrau. Algunas juntos, otras separados. Por recorrido, quizás la que más me gustó, la Iñigo Cuesta; por ser objetivo del año y por el tiempo final, seguro la Qh; por risas, la Irati; por nervios y dolor de patas, Monlora; por mejor resultado y por fuerzas, las Grullas; por dura, la Indurain, y la Larrau si no hubiese hecho el circuito corto; y por todo lo que conlleva el viaje y la previa, el Soplao y la Perico. Seguramente gastamos en algunas más de lo que hubiéramos debido para estar mejor en otras, pero como el lema de la temporada (copiado) es una por una, una, hemos disfrutado de todas ellas, y el año que viene repetiremos seguro en varias.
Es raro subirla en el primer intento, hoy, sonó la flauta...
Viernes por la tarde, y tras cruzarnos con bastante envidia con la grupeta de carreteros, nos vamos con las bicis de montaña e idea de acumular unas horitas en esta nueva posición. Día espectacular, algo de viento sur, y nos desansiamos de la carga semanal subiendo al Farrandillo, fuertes pero sin pasarnos, como dos toritos recién sacados del corral. Luego, ya arriba, nos va entrando la calma, y el resto de la tarde nos lo tomamos de paseo.


A las pistas recién arregladas del Farrandillo sólo les falta una capica de brea para ser una carretera, aunque el gran Mike pone las cosas en su sitio proponiéndome subir una pala que nos queda a mano izquierda llena de piedras sueltas. Claro, acepto sabiendo que voy a poner el pie en cuanto me desequilibre un poco y que él va a llegar hasta arriba tirando de riñones y de técnica. Qué torpe me encuentro, madre mía! No es que antes fuese un biker consumado, pero desde luego no me temblaba el manillar en cualquier cuestecilla.

Undués nos espera...
Seguimos por la escuela de yoga hacia Undués, pero no por el camino de Santiago sino por la pista del cementerio, para mi satisfacción recién acuchillada y gozosa para bajar a toda leche y sin peligro. De ahí a Javier, y llegada a Sangüesa por el Camino del Papa. Como es pronto, vamos juntos hacia Gabarderal por los caminos de concentración, subimos hasta la finca de Peña y de ahí a casa por carretera. Han sido tres horas justas, sesenta kilómetros justos. Sin pulsómetro, porque ya no hace falta.


Seguiremos saliendo algo con la de carretera, porque no somos capaces de colgarla del todo, pero la pretemporada empieza a finales de noviembre.

Alberto 4C.

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