OPEN LUQUIN

Resumen del domingo: niebla y mucho sufrimento...

Tras el abandono de la semana pasada, necesitaba hacer una buena carrera para coger moral para Estella. Y así ha sido.

Una semana no muy buena, en cuanto a entrenamientos se refiere, pero las horas que he salido “a darle” con este tiempo loco, he disfrutado mucho.

El domingo empezaba con la noticia de que mi compi Eneko no venía por temas mecánicos, vaya!!, menos mal que ayer Alfonso, el aguador profesional, me dijo que me acompañaba…

A las 9.30 en Luquin, tierra Estella. Sin duda una gran zona para practicar el ciclismo.

Un domingo, que al apostre sería radiante, comenzaba con una espesa niebla con la que daba bastante pereza empezar a andar.

En el sendero inicial a 180 ppm...

El jueves me acerqué a Luquin para ver el recorrido pero una vuelta de reconocimiento había que dar. Obligatorio.

El circuito empieza con una salida en cuesta de unos 500 mts, que te pone a tono, antes de entrar en un sendero que baja de nuevo al pueblo ladera abajo que no te deja recuperar el aliento. Pero hay que recuperarlo, porque tenemos que subir por pista unos dos kilómetros dónde se marcan las diferencias entre unos y otros. De nuevo entramos en sendero llano y trepidante, de los de disfrutar, para terminar de coronar una colina, casi todas las veces a pie. Bajamos de nuevo por sendero para volver a subir de nuevo a pie, si o si. Salimos a pista tras bajar por sendero endiablado. Bajada rapidísima que nos mete de manera suicida en sendero húmedo y resbaladizo que baja en diagonal por ladera sombría. Confianza cien por cien en tus tacos laterales y si resbalas ya sabes. A rodar ladera abajo. Salimos de nuevo a pista que nos baja muy rápido al pueblo, callejeamos y entramos en parque laberíntico de césped húmedo, que castiga piernas de manera increíble. De nuevo callejeamos y subimos a meta por las calles del pueblo. Divertido.

Pasando por meta, lo mejor, la gente animando...

Se da la salida, los de siempre en posición. Salimos hacia arriba y decido dosificar un poco. El circuito es duro. Voy adelantando gente y, de reojo, localizo ya a los míos. Tito, el betón y Chentín.

Se hace un grupito de unos seis donde me incluyo. En la subida de dos kilómetros por pista nos quedamos solos. Me despisto un poco y sigo la rueda de Chentín. Sin darme cuenta, nos rezagamos un poco. En bajada suicida por sendero Chentín comete un fallo y le adelanto. Ya no me cojió. Paso por meta y llevo un Ciclos Iñaki delante. Le adelanto en subida larga por pista y cojo referencias con el grupito que me precede, en el cual, tenía que haber ido yo si hubiera elegido la rueda correcta. Me llevan unos 30 segundos. Y sé, a ciencia cierta, que sólo les puedo recortar en subida larga porque en el resto del circuito van igual o mejor que yo.

Poco más que contar, las vueltas van pasando y las referencias se mantienen. Subiendo reduzco pero bajando se van. Me han dicho que voy 7º y ya en la cuarta vuelta decido pegar un último tirón subiendo pero no es suficiente. Me conformo y ya cuido la bici para llegar bien.

Al final corono en la meta el 7º en M30 a menos de un minuto de mi amigo el betón. No ha habido pelotas para cogerlo hoy.

Contento. La bici me ha respetado y el cuerpo también, la noche no ha sido buena.

Tenía ganas de hacer una buena carrera...                                                                     

Mi psicólogo y jefe de filas de los viernes ha dado su fruto.

Como siempre gracias a los que han ido a animar y lo de Diego, digno de mención. Huele a Crack!

Mike