EL RINCÓN DE MIKE Y ALBERTO

No es difícil que dos amigos tengan aficiones comunes, en parte de ahí puede venir la amistad. Pero sí es más complicado que la afición común les envenene a los dos de la misma forma y con la misma intensidad. Eso es lo que nos pasó a nosotros con la bicicleta. Empezamos juntos, fuimos aprendiendo, mejoramos, nos planteamos nuevos retos, y llegó un momento que uno decía :“pues podíamos este domingo ir a…” y el otro decía “pues no faltaba más”, y nos íbamos a hacer la vuelta de las Abaurreas. Y volvíamos de dar una vuelta con el club y uno decía: “pues podíamos alargar un poco” y el otro decía “pues no faltaba más”, y caían otro par de horas y llegábamos de noche a casa.
Salimos con la Btt, últimamente salimos mucho con la de carretera, y espérate que no terminemos saliendo en tándem, o haciendo duatlones, o vete tú a saber. Éste año estamos preparando varias cosas, algunas juntos, otras no, y en este rinconcito queremos contaros los momentos buenos, los menos buenos, las chorradicas, la épica de la bici, las globeradas y lo que se nos pase por la cabeza y se pueda contar. Va por ustedes!!

domingo, 22 de abril de 2012

DEBUT AMARGO

Vaya maquinones...
Hace cuatro meses decidí que mi debut en el triatlón sería en el Arenales de Elche, un medio ironman con muy buena fama, bien organizado y al lado de la casa de mi hermano, con lo que la logística estaba asegurada. Luego las cosas se complicaron con las vacaciones una semana antes de la prueba, el viaje a Argentina, el bajón en los entrenos,... En fin, excusas chorras, porque el problema ha sido de cabeza y de falta de adaptación al medio marino...




Qué feliz!!
El sábado de madrugada poníamos rumbo al sur, con bastantes más nervios e inseguridades que en las pruebas de bici. Incluso el viernes hubo ataque de pánico cuando, comprobando los cambios de la bici, veo que le he metido un enganchón al cable del cambio que me ha dejado las marchas vuelta al aire. Llamada urgente al gran Miguel Gil y visita a su taller mecánico sito en la bajera de su casa a las ocho de la tarde, donde con un poco de paciencia, un par de apretones a los tornillos y muchas pruebas, dejamos la cosa mejor que antes. Cuando llegamos el sádado, antes de recoger el dorsal y dejar la bici en boxes, decido dar una vuelta al circuito de treinta kilómetros entre Alicante y Elche. Mucho, pero mucho viento, que ayuda en la cuesta abajo pero que te da de cara en la subida. Aún así, salvo un par de repechos cortos y fuertes, la cosa es muy llevable, largas rectas en carretera de dos carriles para ir y dos para volver, que tendrá el tráfico cortado durante la prueba. Hago 40 kms en hora y cuarto, a más de 33 de media, la cosa promete para el día siguiente. 
Recojo el dorsal y me voy a dejar la bici en boxes, donde pasará la noche. Así, a huevo, calculo que mil bicis, a una media de más de tres mil euros por bici,... se me escapan los números. Vaya maquinones, ocho de cada diez bicis de contrareloj con ruedas de perfil o lenticulares. Sólo comparables al aspecto de los compis que compiten al día siguiente, en algunos sin querer buscas la válvula en el hombro por la que les han tenido que hinchar, porque no es normal. Si en las pruebas de bici los patas negras te acojonan, aquí directamente te dejan hundido.
Dónde está Wally??? Soy el que mira a cámara
Paso mala noche, por los nervios, las pocas horas de sueño, el cansancio acumulado. A las seis y media, con todo preparado, me voy a boxes a preparar las últimas cosas antes de la salida. Ato las zapatillas a los pedales con gomas, dejo barritas abiertas y geles en la bolsa del cuadro, pongo las zapas de correr con sus calcetines en la cesta, dejo preparada una toalla y una botella de agua dulce para quitarme el sabor a sal,... y me calzo el neopreno para ir al agua a calentar.
Los mil inscritos estamos separados en cuatro salidas distintas por la edad. Mi categoría, de 35 a 39, sale a las ocho, la cuarta salida. A menos veinte me meto en el agua y nado cincuenta metros. Está fría que te cagas, pero como un plato, es difícil que las condiciones sean mejores. Intento respirar, ver el circuito, tranquilizarme un poco, fijarme en el ambiente distendido de la gente a mi alrededor. A menos cinco nos llaman para ir a la salida. Se me acelera el pulso, va a ser la tercera vez que nado en el mar, y la primera con gente. Decido salir a mi rollo por la izquierda, sabiendo que la primera boya se toma hacia la derecha, con lo que el primer giro será hacia el lado contrario de donde me pongo. Y suena la sirena, aplaudimos para darnos ánimo y al agua.
Espectacular...entre otras cosas
Los primeros metros voy acompasando mi nado a los demás, repitiendo los gestos que he hecho en la piscina durante todo el invierno, saco la cabeza cada tres brazadas, una vez por lado, hago ciclo de dos patadas para estabilizar el rólido y no cansarme de piernas, miro a mi alrededor controlando los pies de los que están por delante. Voy bien, incrustado en un grupo que lleva la misma velocidad que yo. 
Pero la primera boya se acerca, y el grupo se ha ido hacia la derecha, cuando hay que pasarla por la izquierda. Y todo el grupo se viene hacia mí, que sin corcheras y sin raya azul en el fondo no sé si voy recto o si voy dando eses. Pasamos la boya, todo se compacta, el tío de atrás está nadando sobre mis piernas, el de mi izquierda me casca en la cabeza cada vez que bracea con la mano derecha. Ya no puedo sacar la cabeza hacia los dos lados , la saco cada dos y siempre hacia la izquierda, mi lado bueno, pero voy desorientado y sé que me estoy yendo hacia mi derecha. Voy hiperventilado y las pulsaciones se me disparan. Nos quedan cien metros para la segunda boya, osea que llevamos quinientos metros o así. Empiezo a marearme por la mala respiración, y no puedo hacer nada por evitarlo. Intento hacer lo que hago cuando corres o andas en bici y vas jodido, miras alrededor para fijarte en los demás y motivarte. Pero aquí es peor, porque no veo un pijo, todo son burbujas. Trago agua y eso ya es definitivo, entro en ansiedad y sólo quiero salir, pero no del mogollón, del agua, del neopreno, de la costa levantina. Tengo que parar. Me atizan un par de cosques más al pararme en seco en la mitad. Saco la cabeza del agua, me calmo un poco, dudo entre seguir o retirarme, pero poco, porque estoy fatal. Llamo al de la piragua más cercana y le digo que lo dejo. Aunque me ofrece subir, más majo y comprensivo que todo, le digo que no, me agarro a un cabo en la popa y me remolca hasta  la primera boya. Ya estoy mejor, me acerco al barco de los jueces a darles el dorsal y voy nadando hacia la playa. Llego con la mitad de mi grupo entrando en meta, pero yo lo hago por fuera del arco de llegada.
Sé que otra vez será
Todo el mundo me anima cuando voy a boxes a recoger mis cosas. Me quito el chip, y el tipo de al lado me anima a que salga con la bici aunque sea fuera de carrera, pero sigo mareado y ahora ya sé que tres horas en bici me iban a joder más que otra cosa, así que me voy al coche.
Abandonar en mi primer triatlón no entraba en mis planes, pero entiendo que es algo posible. Ahora, lo que me enfada es que no haya sido por una cosa física, sino mental. Un aspecto de mi entrenamiento que no había ni contemplado. Tengo que vencer al miedo irracional que me ha atacado, y eso lo tengo que hacer siendo más fuerte mentalmente en situaciones como la de hoy.
Como dice el maestro, una por una, una, así que a otra cosa, pensar en el siguiente. Y saber que todo suma y de todo se aprende.
Alberto 4C

5 comentarios:

  1. Bueno bueno, me llena de orgullo que mi jefe de filas a pesar de haber abandonado en su debut, y no digo fracasar, porque sólo intentarlo para mi ya es un triunfo, haya metido la crónica màs pronto que nunca. Es un síntoma claro de que está ya pensando en Getxo. Si todo va bien, iré con él y no le voy a dejar salir del agua mas que a la transición...
    Ánimo campeón!!!

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  2. Alberto, lo que no te mata te hace más fuerte.
    Animo y a por la siguiente.
    Guti.

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  3. ¡Ánimo Alberto! Has sido muy valiente en embarcarte en esta aventura. Se que el siguiente lo vas a conseguir.
    Saludos,
    Miguel G.

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  4. Animo Alberto! El pròximo tri disfrutaràs de lo lindo con la bici.

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  5. Con dos coj.....!!!!! Los únicos que no abandonan son los que no lo intentan. Mucho ánimo, y a por el próximo, que seguro que irá mejor.
    Saludos, Txontxo.

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