Pues sin querer, y cuando pensaba que ya no podría tocar la bici hasta el sábado, resulta que se han conjurado los astros para que tenga dos horas libres antes de comer. Ayer estuve con mi cuñado Wences, osteópata, y me soltó toda la zona de los glúteos (sin chistes, son músculos), el piramidal y el psoas, que tenía cargados a tope, así que hoy me he querido probar en un recorrido de ida y vuelta hasta el cementerio de Petilla. Eso sí, dándome cera aprovechando que no había ni gota de aire.
Así que he aprovechado el tiempo con un entreno de intensidad, corto pero bastante satisfactorio, con susto en la bajada por culpa de un perro suelto en mitad de una curva. Como siempre, la rampa final al cementerio, con desnivel del 20% durante 200 mts., te deja temblando. Ya veremos el sábado en el Artaburu!!
Al final, 2 h. alargando hasta la finca de Peña, 152/181, 64 km., 32.1 km/h., cad 87, +775m.
No hay comentarios:
Publicar un comentario