La semana comenzó recuperando de la paliza en Daroca y de todo lo que conllevaba a nivel extradeportivo, viajes, trabajo aplazado que hay que recuperar, familia, etc, con lo que después de pasar el domingo y el lunes en blanco intenté regenerar el martes hora y media por el tontódromo en el único momento que me deja el día, las seis y media de la mañana. Repetí horario y recorrido el miércoles y el jueves, pero dándole un poco más de caña para no dejar a las piernas dormirse de cara al Soplao.
El viernes cargamos la autocaravana con avituallamiento y las btt y marchamos hacia Cabezón de la Sal el gran Mike, Oskar y yo para formar parte de los Diez Mil del Soplao, que todavía no han llegado a esa cifra, pero que se han quedado ya rozando los cuatro mil. La crónica la tenéis en el blog hermano.
Hoy, domingo, tras haber hecho nueve horas totales y ocho y media de tiempo real en los ciento sesenta y cinco kilómetros y cuatro mil metros de desnivel del Soplao, estoy como si me hubiera pasado un tren por encima. Sobre todo por el cambio de bici sin adaptación previa y por los dolores en brazos y espalda causados por la tensión en las bajadas. Muy contento, conseguí bajar mi tiempo del año pasado en… tres horas!!! Evidentemente, los entrenamientos y el fondo adquirido están sirviendo para algo.
Esta semana no hay pruebas tras renunciar a la Zarautz-Gernika-Zarautz, pero intentaremos meter al menos dos salidas largas y de calidad.
Encuanto recupere músculamen estamos ahí dándole caña, a ver si cogemos la chispica para las pruebas de junio.
ResponderEliminar