Tomando contacto con la QH…
Después de que el viernes llegáramos a casa vacíos tras la rápida y exigente salida por tierras aragonesas, el domingo 1 de mayo teníamos planeado entrenar la QH para tomar algunas referencias, conocer el terreno, etc.
Sin duda, no era la mejor semana porque llevábamos fatiga acumulada y , francamente, no teníamos muchas ganas después de cómo anunciaban el tiempo para el fin de semana. No obstante, tras analizar infinidad de pronósticos, decidimos ir para Sabiñanigo y jugar con la suerte.
A las 8:30 a.m. estábamos en Sabiñanigo preparados para afrontar la etapa transfronteriza.
Cargados de comida, con el suelo mojado por una tormenta nocturna y un cielo que amenazaba con mojarnos antes de llegar a Jaca, decimos salir a ver si nos dejaba por lo menos, llegar a Candanchú secos.
Con la sensación de que el cielo se iba a portar bien con nosotros, llegamos a Jaca con un pedalear ágil y cómodo, con el propósito de calentar un poco y afrontar agusto la subida hasta el paso de Somport.
El cielo, para nuestra sorpresa, se fue abriendo y ambos sabíamos que íbamos a tener que hacer la etapa entera, había que cambiar el chip.
Nos enfrentamos a los primeros repechos rompepiernas de la subida a Candanchú y yo, Mike, voy muy agusto y contento. Con cadencia y disfrutando de la ascensión. Alberto, por el contrario, no va cómodo y se preocupa. No es normal. Tanto él como yo, tenemos muchas ganas de hacer la etapa entera pero, la cosa no marcha bien…
Casi a la altura del túnel, echo un vistazo de reojo a mi compañero y veo que el tío está subiendo con todo la “paellera” metida. Le comento el detalle y damos con el origen del problema. Como fantasmada del domingo a la mañana, ya está bien!!!
Antes de darnos cuenta estamos comiendo algo en la antigua aduana de Somport. Bastante sudados, porque hemos salido de largo, y con frío. La altura se nota. El día se pone interesante. Son las 11:00 de la mañana.
No nos entretenemos mucho y nos tiramos hacia Francia en un descenso espectacular, bonito y peligroso debido a la humedad y la hojarasca presente en la carretera.
Ahora amigos, ya no hay vuelta atrás. Llueva, nieve o granice, iremos hasta el final. Enlazamos con la carretera que viene de España por el túnel y el descenso se hace más seguro. A velocidades de vértigo pedaleamos hacia Escot, donde nos desviamos a la derecha para afrontar el temido Col de Marie Blanque. La subida al pueblo ya promete.
Nos volvemos a avituallar y subimos charlando con un pedaleo ágil y un poco a la espectativa, la fama precede a la Marie Blanque. Son 9 kms, de los cuales, los 5 primeros son fáciles, pero para los 4 últimos, no hay palabras. Pendientes del 11,12,13 o 14% hace que nuestra velocidad baje hasta 9-10 km/h y las pulsaciones no pasan de 170 ppm. Mi 34x25 se queda escaso. Voy atrancado. Alberto con su 34x29 va más relajado. El asfalto está perfecto.
Coronamos contentos. El día en Francia es maravilloso y la tª está ya en los 20ºC. Arriba nos juntamos con tres “compañeros de pedal” que llegan bastante sofocados. Normal.
La bajada es preciosa y también peligrosa. Estos barrancos tan cercanos de la carretera me ponen nervioso. Esto de ser sanitario hace que vea el peligro muy rápido.
Giramos a la derecha dirección España y con nosotros también gira el aire. Hasta ahora nos daba a favor y no nos acordábamos de él. Aún así, con la cabeza agachada pedaleamos con alegría y nos volvemos a avituallar.
Es la 13:07 de la tarde y empezamos a subir Portalet. 29 kms. de ascensión, qué pereza!!
El día soleado se va cerrando y torna a invernal conforme vamos ascendiendo. Es desesperante!!!, es el momento de mantener la cabeza fría. Laruns, Artousse, el valle se va abriendo y por fin vemos el collado por dónde se llega a la frontera. Un fuerte viento, propio de las cumbres pirenaicas, nos da la bienvenida a España. Mucho frío. Son la 14:47 y coronamos rodeados por un tráfico propio de la M40. Dónde irá tanta gente???
Nos tomamos una coca cola que nos resucita y nos lanzamos con un fuerte vendabal en contra hacia Sabiñánigo.
A limpio grito, negociamos dejar la hoz de Jaca para otro día contra nuestra voluntad. El tiempo se está torciendo. Al final nos vamos a mojar!!!
Descendemos rápido, agusto, en posición de caza y a relevos largos. La veocidad no baja de 40 kms/h hasta Sabiñanigo.
Orgullosos y contentos llegamos a Sabiñánigo tras 6h, 56minutos, 56 segundos, 28,5 kms de media. 136/172 ppm y 190 kms.
Cuando volvamos el 18 J, todo será diferente. Seguro.
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