EL RINCÓN DE MIKE Y ALBERTO

No es difícil que dos amigos tengan aficiones comunes, en parte de ahí puede venir la amistad. Pero sí es más complicado que la afición común les envenene a los dos de la misma forma y con la misma intensidad. Eso es lo que nos pasó a nosotros con la bicicleta. Empezamos juntos, fuimos aprendiendo, mejoramos, nos planteamos nuevos retos, y llegó un momento que uno decía :“pues podíamos este domingo ir a…” y el otro decía “pues no faltaba más”, y nos íbamos a hacer la vuelta de las Abaurreas. Y volvíamos de dar una vuelta con el club y uno decía: “pues podíamos alargar un poco” y el otro decía “pues no faltaba más”, y caían otro par de horas y llegábamos de noche a casa.
Salimos con la Btt, últimamente salimos mucho con la de carretera, y espérate que no terminemos saliendo en tándem, o haciendo duatlones, o vete tú a saber. Éste año estamos preparando varias cosas, algunas juntos, otras no, y en este rinconcito queremos contaros los momentos buenos, los menos buenos, las chorradicas, la épica de la bici, las globeradas y lo que se nos pase por la cabeza y se pueda contar. Va por ustedes!!

miércoles, 4 de mayo de 2011

Salida a Ejea

29 de Abril 2011          
A LA HORA DE COMER...

Tras el parón semana santero Mike y yo nos reencontramos con idea de hacer vuelta no muy exigente en cuanto a desnivel pero sí en longitud e intensidad, así que recién salidos del laburo nos vestimos de romanos y disparados hacia Ejea de los Caballeros.
Algo de viento sur en la cara, nada serio. El alto de Sos lo subimos charlando, y en las rectas camino a Ejea hacemos relevos cortos e intensos que hacen que la media suba bastante. Enfilamos hacia Luesia por Rivas, 32 kilómetros rompepiernas con repechillos no muy serios pero que están ahí. Al llegar a Luesia paramos en la fuente y nos comemos unos rollitos de jamón y queso (rebanada de pan de molde, jamón, queso, se enrolla y se espachurra para que ocupe poco) que nos saben a gloria, son las cinco y hemos comido a eso de las doce. Hasta Uncastillo camino favorable, y la tarde es espectacular, casi nada de viento, lo que ya es noticia, y calorcillo sin pasarse. Decidimos seguir hacia Sádaba y Carcastillo, para que la ruta final sea un ocho, aunque en el cruce a Figarol vemos que ya va a ser bastante y acortamos para no subir Larrate, que el fin de semana acaba de empezar. El alto de Cáseda es al trantran, que ni nos acordábamos del tiempo que hacía que no lo subíamos sin darlo todo, así que llegamos vacíos, como siempre, pero con la sensación de entreno bueno y agradable.
Al final 180 kilómetros en 5h 47m a 31 km/h con 142/173 de pulso y cadencia baja de 83, con 1665 metros de desnivel. El domingo nos vamos a Sabiñánigo a inspeccionar la QH.

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