Hora de olvidar el Soplao y sus secuelas musculares y en forma de rozadura perineal, quedo con mi amigo Edu para dar una vuelta por la zona. Viene de Tudela como siempre temprano, y la verdad es que gusta que el madrugón se lo pegue otro, para variar. A las ocho y media estamos en la carretera. El cuerpo es tremendamente listo y se adapta a lo que le eches de forma asombrosa. En cuanto me he subido a la bici he pensado qué alto voy, y es que aunque llevo las mismas medidas en la btt y en la de carretera, cada vez que he cambiado de postura pasando de una a la otra lo he notado.
Para mí la salida de hoy tenía que ser de regeneración y recuperación después de las casi nueve horas del sábado y de los dos días en blanco. Y como Edu sigue cogiendo la forma perdida, pues nos hemos puesto de acuerdo en un ritmillo tranquilo pero constante, aprovechando para ir charlando de nuestras cosas.
Hemos subido por la carretera vieja de Sos a Uncastillo, de ahí a Castiliscar con viento de culo que nos ha empujado a cincuenta por hora sin dar una pedalada, y en el pueblo cambio de dirección hacia Sofuentes, dejamos Mamillas con gran pena por mi parte (ya hace como un mes que no lo visito) a la derecha y vamos por el canal a San Isidro, de ahí a Cáseda con cierzo en el morro y cruzándonos primero con Juan Pedro vestido de Globero Sangüesino y después con Francis vestido de blanco, que volaban hacia Carcastillo, y fin de la etapa en la finca de Peña y Gabarderal.
Salida tranquila en la que me he encontrado primero con las piernas gordas y torpes, luego mejor a medida que subíamos el primer puerto y después, ya en la ducha, fenomenal, con ganas de que llegue el viernes y nos metamos candela con el gran Mike.
Al final 80 Kms. en 3h.9’, con 126/170 cad 87 + 980m. Y vestido con el maillot del Movistar, pequeño recuerdo desde aquí, D.E.P. Xavi Tondo.
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